
El gato Himalaya es probablemente uno de los tipos de gatos persa más populares y apreciados del mundo. Este patrón del manto puede mostrarse en distintos colores: chocolate, gris, lila, azul y rojo. No obstante, estos colores son los que aparecen en la máscara facial y en las extremidades, que combinan con las distintas tonalidades del cuerpo, que abarcan del blanco al beige.
Estos gatos persa fueron desarrollados a partir del cruce de gatos persas y gatos siameses, de esta forma se obtuvo la coloración de los siameses con la morfología de los persa, fruto de la selección genética. Aún así, tardaron años en ser reconocidos por las distintas federaciones felinas.
Los gatos siameses himalaya poseen los ojos de color azul vívido.
Este es el popular persa Himalaya
El gato persa Himalaya adquiere su belleza tanto de los siameses, de quien hereda sus puntos coloreados, como del persa, al que más se parece. El Himalaya es una de esas razas de obtención estrictamente humana, que tardo más de diez años en desarrollarse por el criador británico Brian Sterling-Webb, quien finalmente en 1955, logró el registro de la raza. En Inglaterra, el Himalaya es conocido como el colourpoint de pelo largo.
Los persas Himalayas tienen un pelaje largo de lujo, que se enreda con facilidad, por lo que requiere el cuidado diario para mantenerse libre de los nudos dolorosos. Así que si tienes uno de estos gatos en casa, asegúrate de estar dándole la atención que necesita. Son gatos dóciles y suaves, pero les encanta jugar como a la mayoría de los gatos típicos.
Son persas?
Realmente son considerados como una raza de la familia persa, ya que la mayoría se asemeja al gato persa en la forma de su cuerpo, pero el Himalaya se define por los puntos coloreados, que reciben de su parte siamesa y mientras estos pueden variar de chocolate al rojo, lila, rayado o crema, los colores del cuerpo pueden ser de variados tonos de blanco o beige.
Una de las características más bellas y sobresalientes del gato Himalaya son los ojos azules profundos, e intensos, que heredan de sus antepasados siameses. También tiene orejas pequeñas establecidas sobre una cabeza ancha, grandes mejillas, una nariz chata y ojos grandes y redondos, una combinación que crea una expresión extrema pero tan dulce que la mayoría de las personas no puede resistirse a ellos.
La creación
La creación del persa Himalaya perfecto no fue un logro sencillo. Se necesitaba mucho más que cruzar a un siamés con un persa. Inicialmente, sólo uno de cada dieciséis gatitos era producido con los efectos deseados. Las consecuencias iniciales de esas primeras crías fueron gatitos de pelo corto, sin puntos coloreados, con ojos de color cobre a amarillo, de nariz larga, orejas grandes y un cuerpo mucho más delicado del que se supone tengan los gatos persas. Eran literalmente los patitos feos. Hoy en día, un abrumador sesenta y dos por ciento de todos los gatos registrados son persas, incluyendo a los amados Himalayas porque su pelo largo y colores brillantes son la moda imperante.
El gato himalayo es un felino muy especial. Su gran belleza le viene directamente del querido y amoroso persa y del vivaz siamés. Su cuerpo es fuerte y compacto como el del primero. Su cara maciza, nariz más o menos chata y sus orejas separadas también las ha heredado del gato persa, al igual que su espectacular manto y frondosa cola. Los ojazos azules y el patrón color point son responsabilidad de los genes siameses que corren por sus venas.
Aspectos a tener en cuenta antes de adoptar un himalayo
¿Te encanta esta raza de gatos y te gustaría adoptar uno? Antes de tomar decisiones precipitadas que pueden tener un final no deseado por ninguna de las partes, debes fijarte en las características físicas de este minino y es que su exuberante pelo largo tiene una cara B: para que luzca en perfectas condiciones deberás cepillarle todos los días, lavarle una vez al mes aproximadamente (ya sabes, con champú específico de gatos) y prestar especial atención en que ingiera malta para evitar las bolas de pelo(pueden provocar obstrucciones intestinales). También deberás cuidar con especial mimo sus ojos, limpiándoselos con suero fisiológico o lo que te indique el veterinario si ves que lagrimea. ¿Estás dispuesto? Está claro que una vez que tengas entre tus brazos a este gatito, te va a compensar todos los cuidados específicos que le brindes pero son aspectos que debemos siempre sopesar bien.
Para tener en cuenta
Otro aspecto a tener en cuenta es el carácter típico del animal. Aunque la realidad es que cada mascota es un mundo y en este aspecto te puede ayudar su cuidador de la protectora de animales porque lo conocerá a la perfección, tampoco está de más saber cómo respira la raza en general. Tienes que ser sincero y comprobar, por ejemplo, si en tu casa el gatito va a tener la paz y tranquilidad que suele ser seña de identidad del himalayo. ¡No le gustan nada los ruidos! El himalayo es tan tranquilo, dócil y cariñoso como el persa pero también tiene ese punto curioso del siamés. ¿Sabes que puede aprender muy rápidamente? Es muy observador ¡y las pilla al vuelo!
El himalayo es una raza de mininos resultante de la mezcla del gato persa y el siamés. Del persa ha heredado el físico: cabeza maciza, nariz achatada, orejas separadas y redondeadas y un pelo largo y suave como la seda. Del siamés, su apariencia, ese patrón característico de rostro y orejas, patas y cola oscuras y resto del cuerpo claro así como su mirada azul.

No, este gato no viene del Himalaya
Lo más normal es pensar que por su nombre, este espectacular gato provenga del Himalaya sin embargo, no es así. ¿Sabes por qué se denomina así? ¡Por su parecido con el conejo himalayo!

El origen del gato himalayo
El origen de este minino hay que buscarlo en los años 30, unas teorías lo sitúan en Suecia y otras en Estados Unidos, más concretamente en la Universidad de Harvard, donde se cruzaron un gato persa con una gata siamesa. Tras varios cruces nacieron gatitos con el pelo largo y el manto típico del siamés. En ese momento se parecían más al gato balinés que al himalayo que conocemos hoy.

Reconocimiento de la raza
En sus inicios, el gato himalayo no fue reconocido por ninguna asociación felina de renombre. En 1955, en Inglaterra, estos gatos fueron reconocidos oficialmente como raza con el nombre de longhaired colorpoint. Dos años más tarde la raza se reconoce en Estados Unidos.

Un gato tranquilo
Fruto de sus genes persas, el himalayo es un gato tranquilo que dedica algunos momentos a ejercitarse pero prefiere estar tirado en el sillón.

Muy cariñoso con quien él quiere
El gato himalayo es muy afectuoso con los humanos que le gustan y con los que siente afinidad. Si tienes un ejemplar de esta raza estarás más que acostumbrado a que te siga por toda la casa. No suele dejarse abrazar ni coger por extraños.

Inteligente y observador
Este minino es muy observador (¿qué gato no lo es?) y le resulta fácil aprender cosas nuevas. ¡Es muy inteligente!

No le gusta el ruido
Tan tranquilo es este felino que los ambientes ruidosos le perturban. Si tu casa es un templo zen entonces sí es el gato adecuado para ti.

Gato fuerte y musculoso
Del gato persa le viene al himalayo su cuerpo fuerte y musculoso, con huesos grandes. Es de tamaño mediano a grande.

Los cuidados de su manto
Su espectacular manto requiere más cuidados que el de los gatos de pelo menos exuberante. Esto se traduce en un cepillado diario y un baño mensual para que no se le formen nudos y retirar el pelo que le sobra. Prevendremos la formación de bolas de pelo (más frecuentes en felinos de pelo largo) dándole malta.

No es el más adecuado para vivir con niños
No estamos diciendo que el minino no pueda vivir con niños, que puede, sino que por su temperamento tan calmado, no es el más afín a la actividad frenética típica de los pequeños de la casa.

Problemas de salud del himalayo
Algunos ejemplares de gato himalayo presentan una cara bastante chata lo que puede acarrear dificultades para respirar o una respiración ruidosa. Sus dientes no suelen encajar perfectamente por lo que puede tener algún problema en ese sentido. También puede sufrir afecciones oftalmológicas. Hay que estar vigilante con la formación de bolas de pelo pues pueden desembocar en atragantamientos y obstrucción intestinal.

No es maullador
Si tienes un gato himalayo no te vas a enterar de su presencia y es que este minino no suele ser “hablador”, maúlla muy poco.

Los colores del himalayo
El manto de este minino siempre será de estilo point con tonos que pueden variar del marrón foca, lila, azul, chocolate, rojo o tortie.

¿Qué rasgos predominan más?
En la actualidad la tendencia es que predominen más los rasgos compactos y achatados del persa que la figura estilizada y rostro menos plano del siamés.

Ojos característicos
El color azul zafiro de sus ojos es una de sus grandes características. No obstante, pueden presentar distintas tonalidades e intensidades de azul.

Enemigo de la soledad
Como decíamos, al gato himalayo no le gusta nada la soledad. Quizás algunos juguetes puedan ayudarnos hasta que se acostumbre.

De pequeños
Cuando es cachorro, el gato himalayo será, como es lógico, juguetón y curioso. Sin embargo, pronto madura y su carácter se torna mucho más tranquilo.

Fácil adaptabilidad
Por su buen y dócil carácter, el gato himalayo tiene una gran capacidad de adaptación, por lo que, si afrontas una mudanza o un cambio de vida, no supondrá una experiencia excesivamente traumática para él.

Buena salud
No parece que sufran problemas graves. En general, es un gato sano y fuerte, pero sí hay algunos problemas que puede tener que tienen un componente hereditario, como los tricobezoares (las bolas de pelo en el estómago).

¿Himalayo o…?
El gato himalayo también es conocido como gato sagrado de Birmania o birmano. No hay que confundirlo con el burmés, un gato estilizado de pelo corto que a veces también recibe el nombre de birmano. ¡El mundo de los gatos es así de complejo!